martes, 24 de noviembre de 2015

2015. MICROTEATRO "POR PASIÓN" (Part. I y II)


I

PRÓFUGO


Dramaturgia y dirección del talentoso y siempre sorprendente, Juan Ríos. Estamos de frente a una micro obra en verso, que cumple a la perfección con cánones establecidos: Polimetría, pluralidad temática, unidad de acción, tiempo y lugar. Inclusive la obra comienza en pleno ejercicio (in media res.) Prófugo, no requiere delimitar una época precisa (apuesta por la anacronía), pues su fundamento es universal: Nos habla de la insaciable búsqueda del “Ser”, del sentido de la vida, sus signos y sus constantes fugas. Nuestra realidad pudiera ser una espiral en donde cocinar planes a futuro, sin presenciar el hallazgo de la vida que ocurre exclusivamente, en tiempo presente. Este universo ficcional, convierte constantes en consonantes, trazos en memoria y emotividad: Nunca olvidar que la vida, se trata de un simple momento y nada más. Una hermosa mujer atrapada entre su cocina y el eterno soliloquio de su represión. Misma, que la hace prófuga de sus deseos y emociones. Deambula por cada rincón de la cocina, encontrando en cada resquicio, un nuevo vacío; una nueva justificación para negarse a sí misma. También con juventud, sensibilidad y belleza, se puede disolver todo presente y co-existir, como la eterna promesa (estando sin estar.) Entonces la relación con el espacio proyecta toda dualidad: El “Ser”, hábitos y circunstancias, su materia negra y la constante necesidad de persecución y auto boicot. El punto de quiebre, está por llegar. Toca a la puerta el hallazgo. Es él (el inesperado), un hombre que viene huyendo, notoriamente de alguna guerra. Entonces, la jocosa melancolía de un igual frente a su némesis, seduce como fuego en la hoguera. Y con un sólo chispazo, reencarna el deseo contenido, incluso de vidas pasadas. Algo imposible de digerir una tarde empañada por la cotidianeidad, que te recuerda que lo posible, vive permeado de lo imposible. Cada auto reconocimiento, es una lucha en cuestión y eso define nuestra naturaleza humana. En el universo hay planetas inhabitables y aquellos que podrían generar vida, expuestos todos, a la naturaleza del mismo y su depuración. La dirección escénica (una vez más), tiene la capacidad de sensibilizar, llegar al fondo y comunicar, lo incomunicable. Aún con toda la riqueza mencionada, uno de los mayores hallazgos de Prófugo, es el compromiso con los silencios. El trabajo actoral de Zamia Fandiño, resulta llamativo y cautivador, es capaz de rozar la fragilidad y convulsionar frente a lo desconocido, además de solventes recursos de cara al verso.  Y Cristian Magaloni, que representa lo inesperado, el eterno rebelde, el extranjero, el estepario. En fin, el estigma de un hombre en lucha, es el camino a lo incierto. Fray Servando así describe su propia dualidad: “La peor batalla es aquella que libro conmigo mismo”. El trabajo de Cristian, es la réplica exacta, para hacer de este montaje, algo necesario de ver. Alternan funciones otros dos excelentes actores, Rocío Verdejo y Alonso Iñiguez. El espacio y la producción, delimitan tal vez la utopía del ensueño, de un lugar sin tiempo, con la simpleza y textura necesaria, a cargo de Pablo Montemayor y Gerardo De Sales. Juan, es una de las mentes más álgidas y creativas de nuestra gran escena nacional. Bajo tu responsabilidad, perdértela. Sala 4. *****

 
HIPOTECA

Un texto de Nacho Castro. Una jocosa comedia que lleva al extremo, la situación de solicitar una hipoteca. Desde un punto de vista, crítico e irónico. Para entrar a la sala hay que tomar turno de una maquina y esperar un poco. Ya dentro, vemos algunos anuncios sobre las paredes del cubículo. Una exuberante empleada de la agencia hipotecaria, escribe con vehemencia en su escritorio. Un hombre afable, espera su turno, inquieto. Intenta preguntar algo, a cambio recibe la primera lección del día, acerca de aprender a esperar y los malos modales. El cordial hombre lo toma con tranquilidad y decide hacer cola, sin aspaviento. Hasta que llega su turno. Hábilmente la empleada, arrincona al caballero hasta saber para qué quiere una hipoteca, y con cuánto dinero consta, el gentil hombre. La situación se desborda hacia lo ridículo, pero conduciendo acertadamente los hilos tonales hacia la farsa. Es así que en una entrevista hipotecaria, es examinado de signos vitales, dentales, y de padecimientos más graves que sólo un tacto o rayos láser, podrían revelar con certeza... pero no habiendo rayos en la sala, la empleada se calza el guante de látex (que todo descubre), y… minutos después… el caballero-gentil-hombre-perpetrado-y-confundido, mantiene la fe, mira al cielo y piensa vehementemente en su objetivo. Entonces llega a la parte final del imprevisto examen médico, le es solicitada una muestra de semen (por aquello de la muerte imprevista), y se le otorga una revista (por aquello de la falta de inspiración.) Aún así, le resulta imposible concentrarse. La empleada ni tarda ni perezosa, toma la situación en sus manos (mejor dicho en su boca), y resuelve el problema en menos de un minuto. El pobre hombre piensa en su fidelidad, los planes, pregunta si después de la muestra obtenida, su solicitud es empresa segura. Trata de conectar con la razón y la congruencia, pero en este universo resulta imposible, ¿no has sentido esa engorrosa sensación de ser ninguneado y/o ultrajado, en alguna oficina burocrática? -Todo ha sido parte del mismo servicio hipotecario-, le explica la mujer: Servir en tiempo y forma, sin escatimar métodos, es el camino al éxito de cualquier empresa. Una precisa y ágil dirección escénica, con grandes dosis de humor y la sobriedad necesaria para impactar al espectador, a cargo de Rodrigo Murray. Cuenta con el pulcro y divertido trabajo histriónico de una dupla que impacta de lleno la comicidad y el ritmo, Irene Moreno y el mismo Nacho Castro.  Una producción de Aurora Gómez y Los Primos. Si quieres reír un poco de ti mismo, aquí una excelentísima opción. Sala 1. *****


CASI 36

Una obra, dirección y producción  de la polifacética Claudia Cervantes. Una premisa sencilla: Unión libre vs virginidad, se trata de una simpática, comedia de equivocación. Una pareja, deciden vivir juntos, él es mayor que ella y se le nota más encanchado en la situación. Ella está temerosa e insegura, es muy joven aún y ha cuidado de su virginidad por mucho tiempo, pero decide arriesgarse a vivir con él. La condición de ambos, resulta común en todo nuevo ciclo y más, cuando hay una diferencia mayor a quince años de experiencia, entre nuestros protagonistas. Un buen día él aparece con una caja de treinta y seis condones, otra de chocolates y una excelente actitud, para comenzar el camino hacia su persuasión. Pero ella es firme en sus convicciones y espera el momento adecuado para entregarse por amor. Él acepta, hinchado de desesperación, como muestra de su presente afecto. Hasta que un día, ella decide contar los condones y faltan tres. Entonces la inestabilidad de sentirse engañada, ronda la relación. Casi 36, una historia humana, cotidiana y real. Pues nuestras partículas se componen de pequeños momentos que nos invitan a continuar, de pequeñas certezas que nos retroalimentan para construir. Y de grandes afectos que nos enseñan a confiar. Por tanto la lealtad y la mentira, jamás podrá ser superficial.  Rodrigo Ruíz y Argelia Curiel, hacen una bonita y entrañable pareja-dispareja. La dirección de la señorita Cervantes, es pulcra y sin aspavientos, se permite contarnos la historia. Alternan funciones una lluvia de estrellas, Omar Fierro, Gaby Carrillo, Mauricio Madelat y Danina Moguel. ***




GARRAS HUMANAS


Una obra de Iñaki Pagaza. Nos cuenta la historia (a manera de fábula), de un huérfano criado en el circo Romanov, que cobijado por el abandono, no logra encontrar su lugar en el mundo. La marca del dolor, es como una señal en la jauría de bestias. Pronto, este niño, se convertirá en el elemento beta de la manada. Al cabo de un tiempo todos pretenderán desfogar sus frustraciones y divertirse a costa de los sentimientos y carencias del chico. Hasta que un día el dueño del circo le encuentra una utilidad mejor, convertirlo en el chico sin brazos, un espectáculo de cierre para el itinerante show. Y así comienza su entrenamiento, con el que un día encontró el arraigo suficiente para defenderse, poner a todos los bufones en su lugar y dejar algo en claro; el centro del show era (repentinamente), él. El recelo de la comparsa no se hizo esperar (como normalmente puede esperarse), pero habiendo de por medio, respeto y miedo... el oprimido deja de padecer y comienza a respirar (Augusto Boal y su Teatro del oprimido.) Las convenciones utilizadas para el desarrollo de la historia, son vistosas pero obedecen a una funcionalidad: Teatrino, Teatro de sombras, desasociación espacial, reinterpretación de objetos,  a través del hilo conductor (nuestro protagonista.) El chico sin brazos, cristaliza en un éxito sin precedente para el circo. Una mentira repetida hasta el cansancio se convierte en verdad, hasta que una verdad mayor, la desnuda.  El umbral, queda eclipsado, cuando se enamora de la nueva integrante del circo. Un ser herido, silente, quebradizo, ingenuo, que en la omisión al contacto físico busca su propia libertad. Es así que el chico sin brazos, es todo lo que ella necesitaba -¡Sin brazos, este hombre no me podrá aprisionar!-, se repite a sí misma, idealizando la liberación de sus cadenas, supuestamente por amor. Hasta que descubre que ha vivido sólo una proyección de sus carencias y no la apasionada atracción que suponía, pues rápidamente, se va con otro (el manco), para llenar la vacante. El chico sin brazos, termina siendo presa de su propia mentira, y en el abandono, comprende que hay cristales que no se deben romper. La pasión lo hizo débil y en un segundo, su trágico mundo, se desfondó. La dirección escénica de, Juan Celis, es lúdica, valerosa, comprometida. Se fundamenta en la multi-disciplina, para llevarnos más allá de nuestra imaginación. Y así evitar caer en los lugares comunes del melodrama. Una labor actoral muy destacable, en la que es fundamental el trabajo en equipo, participan Katya Bizarro, Gabriela Montiel, Felix Terán, y como el chico sin brazos, Daniel Ortiz, sosteniendo los hilos del personaje y la ficción, en todo momento. En resumen, adentrarse en un mórbido circo en el que el lenguaje está resignificado, para acceder al rincón más puro (y tal vez bizarro), de tu inocencia, ¿te apetece perdértelo? Sala 10. ****


El llanto de Dios o la noche del Diablo

Un texto de Andrés Castuera-Micher. Entrar a la sala, es abrir la puerta de la meta ficción. Estamos inmersos dentro de un tugurio. Un sobrio e incómodo cantinero hace su trabajo y simplemente observa. Como espectador, eres voyeur y parte (bebes un tequila o dos, pues casi nada parece prohibido por aquí.) El llanto de Dios o la noche del Diablo, plantea el encuentro arquetípicamente antagónico del bien con el mal. Contextualizado dentro de un espacio sin tiempo (limbo), con trazas de esta civilización. Andrés, resignifica el sentido bíblico de dicho encuentro, otorgándole en una estructura contemporánea, la humanidad necesaria a nuestros personajes: Dios y Diablo. Una vez dotado de conflicto, Dios, espera mientras todo transcurre. El antagonista, llega tarde a la cita. Uno cuida las formas, el otro alimenta su arrogancia. Y así vamos presenciando una esgrima verbal, irónica y punzocortante (curiosamente trascendente para toda la humanidad), al candor del agave. Entonces el elemento sorpresa llega; una prostituta que busca algo de alivio y comprensión. El demonio, fiel a su costumbre pone un reto sobre la mesa. Dios, lo acepta confiado en saber sortear sus bajos instintos y hacer lo correcto. Pero una vez más la ternura se convierte en arma letal y Dios-Hombre, experimenta la trasgresión corpórea por una bella y desvalida mujer, ¿qué hombre podría resistir semejante embrujo? Las cartas han sido tiradas e inesperadamente, el espectador se convierte en el ojo que todo lo ve y el silente que todo lo escucha. La fragilidad humana es entonces una línea central de la obra. La dirección escénica corre a cargo de Juan Martín Vargas. La pulcritud de su lectura denota oficio, su búsqueda, conocimiento como director. Un compenetrado y talentoso grupo de actores, son los encargados de contarnos la historia: Cesar Arturo, como Dios y París Roa, como el diablo constituyen la dupla principal. Y Luz Ramos, haciendo un trabajo potente y convulsivo con el personaje de la prostituta. La producción emula un oasis (cantina) como extraído de los bajos fondos (mente de, Gorki), para develar con sadismo y ternura (en forma de lugar común), la fatalidad y eterna condición humana. Una producción por cuenta del multifacético y talentoso, Luis Fernando Peña y Los Rorros. Es así que la obra nos invita a la reflexión, sin pretensión didáctica ni teológica. Sólo abrir las posibilidades de otra verdad en el universo. Sala 9.
El llanto de Dios o la noche del Diablo
Un texto de Andrés Castuera-Micher. Entrar a la sala, es abrir la puerta de la meta ficción. Estamos inmersos dentro de un tugurio. Un sobrio e incómodo cantinero hace su trabajo y simplemente observa. Como espectador, eres voyeur y parte (bebes un tequila o dos, pues casi nada parece prohibido por aquí.) El llanto de Dios o la noche del Diablo, plantea el encuentro arquetípicamente antagónico del bien con el mal. Contextualizado dentro de un espacio sin tiempo (limbo), con trazas de esta civilización. Andrés, resignifica el sentido bíblico de dicho encuentro, otorgándole en una estructura contemporánea, la humanidad necesaria a nuestros personajes: Dios y Diablo. Una vez dotado de conflicto, Dios, espera mientras todo transcurre. El antagonista, llega tarde a la cita. Uno cuida las formas, el otro alimenta su arrogancia. Y así vamos presenciando una esgrima verbal, irónica y punzocortante (curiosamente trascendente para toda la humanidad), al candor del agave. Entonces el elemento sorpresa llega; una prostituta que busca algo de alivio y comprensión. El demonio, fiel a su costumbre pone un reto sobre la mesa. Dios, lo acepta confiado en saber sortear sus bajos instintos y hacer lo correcto. Pero una vez más la ternura se convierte en arma letal y Dios-Hombre, experimenta la trasgresión corpórea por una bella y desvalida mujer, ¿qué hombre podría resistir semejante embrujo? Las cartas han sido tiradas e inesperadamente, el espectador se convierte en el ojo que todo lo ve y el silente que todo lo escucha. La fragilidad humana es entonces una línea central de la obra. La dirección escénica corre a cargo de Juan Martín Vargas. La pulcritud de su lectura denota oficio, su búsqueda, conocimiento como director. Un compenetrado y talentoso grupo de actores, son los encargados de contarnos la historia: Cesar Arturo, como Dios y París Roa, como el diablo constituyen la dupla principal. Y Luz Ramos, haciendo un trabajo potente y convulsivo con el personaje de la prostituta. La producción emula un oasis (cantina) como extraído de los bajos fondos (mente de, Gorki), para develar con sadismo y ternura (en forma de lugar común), la fatalidad y eterna condición humana. Una producción por cuenta del multifacético y talentoso, Luis Fernando Peña y Los Rorros. Es así que la obra nos invita a la reflexión, sin pretensión didáctica ni teológica. Sólo abrir las posibilidades de otra verdad en el universo. Sala 9. ****

Las 3 palmadas 

Un texto de Bernardo Barrientos, que retrata de forma lúdica, la conversión de “hombre normal” a “hombre de poder”, de un réferi de lucha libre mexicana. El lenguaje de la obra es colorido y simpático, plagado de códigos y manerísmos, que se adoptan al crecer en un barrio popular. El hombre en cuestión, siempre soñó ser un gran ídolo de la lucha (su padre lo fue, siendo réferi. ) Salir aclamado y victorioso como luchador de cada arena, era ese sueño infantiloide incapaz de morir en él …La México, la Coliseo, el G-3, ciudad Neza, Tlanepantla , y ya más acá (entrados en territorios cuasi-internacionales), Texcoco, Atotonilco, Cruz Azul y varios más. 1. La ecuación; un hombre y su reflejo, en la variable proyectan cuatro: El ideal delimita el cuadrilátero (destino), la lucha comienza. 2. La circunstancia; sobrevivir en el barrio, es volar sobre vórtices desde la tercera cuerda, para así seducir el escarnio durante el vuelo: Hacerse valer, establecer las reglas e ir en busca de la verdad. 3. La caída final; el camino hacía la llave maestra. Nuestro protagonista después de un golpe, comienza a perder la visión. Y ante la adversidad, decide darlo todo –“Hay que sacar la garra, rifársela en nombre de la justicia, persignarse y hacerse valer, de coraza.”–, piensa. A través de él, Barrientos expone su propia fragilidad, y estructura un personaje complejo y coloquial, haciendo la hurracarrana letal, con su imaginación y forma de vivir la escena. Alterna y comparte funciones con otro talentoso, el inter-disciplinario, Gibrán Portela. Ambos son una mancuerna de alarido. Rudo o técnico , después de la tercera palmada, el destino estará dictado. A veces se gana, a veces no y el ciclo continúa, la lucha personal también. La dirección de, Abigail Araoz y Luis Eduardo Yee, lo hacen fácil, con un discurso directo con los acentos necesarios para tocar de forma contundente al espectador. Los Bocanegra, son una gran opción, si usted los ve en cartelera. A dos de tres caídas (me la rifo), ¡qué los disfrutará. Sala 13. *****
Parte I por Vec. 
FREECOM: Freelancia Comunicación.
II




¿Me dejas?

Más allá de las manidas tergiversaciones y las incongruentes redundancias con las que hemos degradado a su significado original, la palabra pasión busca hacer referencia directa a todo aquello que es padecido, sufrido, aceptado sin completa voluntad, soportado, tolerado... Sin duda alguna, los antiguos pensadores latinos pensaban en ello cuando acuñaron el término tedium vitae para referirse al estado de decadencia y apatía al que suele conducirnos la existencia cotidiana, mucho más cuando esta existencia tiene que sobrellevarse de manera compartida. En el texto de su propuesta dramática ¿Me dejas? Chema Rodríguez-Calderón encara a sendas temáticas evocando a los momentos de completa honestidad en los que sin motivo aparente parecen encontrarse las señales y condiciones necesarias para que una relación degradada llegue a su fin; creando una atmosfera en la que la aparente simplicidad de las palabras adquiere tonos de profunda ambigüedad, convirtiéndolas a veces en escudos y otras veces en espadas. Bajo la íntima dirección de Maya Zapata, que consigue transmutar al escenario en un microcosmos conceptual minimalista que remite al universo zen, la puesta en escena de ¿Me dejas? permite al espectador presenciar un duelo de dualidades en el que el amado y la abandonada deben desplegar todas sus armas, propiciando que las actuaciones de Lucía Gómez-Robledo, dotada de una poderosa e hipnótica presencia en escena, y de Marco Zapata, siempre acertado en el manejo de la contención emocional, se equilibren dentro del juego de espacio, colores y texturas a los que evocan cada uno de los elementos escénicos. Contando con la bien lograda producción de Froylán Tiscareño ¿Me dejas? seguirá presentándose de jueves a domingo, hasta el 20 de diciembre, en la Sala 8 de Microteatro México como parte de la temporada Por Pasión. ****

Mariano.

Sin duda alguna, aquellos que integramos a las legiones de admiradores de las obras de Thomas Mann y Luchino Visconti compartimos una misma interrogante como un placer culposo. ¿Qué hubiera ocurrido si Gustav von Aschenbach y el joven Tadzio hubiesen llegado a tener por lo menos un encuentro? Por sí misma, la pregunta resulta innecesaria y carente de respuesta, la esencia e intensión de La muerte en Venecia es rotunda y concreta. Sin embargo, el texto de Kerim Martínez para la puesta en escena Mariano permite que muchas de nuestras interrogantes se vean satisfechas. La anécdota es sencilla y atractiva: durante el último día de sus vacaciones en la playa, Tomás, un hombre maduro, recibe la visita de Mariano, el adolescente a quien lleva observando toda la semana. Las consecuencias de este encuentro harán surgir a los deseos reprimidos de un hombre atormentado. Explotando plenamente el privilegio de dirigir su propio texto, el trabajo de Kerim Martínez consigue que las actuaciones de Arnoldo Picazzo, Rafa Pineda, Mauro Sánchez Navarro y Diego Narváez, alternando funciones en los papeles de Tomás y Mariano conmuevan, inquieten y confronten al espectador dentro de un juego homoerótico atractivo y contundente. Para aquellos que aceptamos que el lenguaje del deseo no conoce más fronteras que la piel, la puesta en escena de Mariano se convierte en una opción ampliamente recomendable que abona su propuesta dentro de la cultura de la diversidad. Contando con la eficiente producción de Rafa Pineda, Mariano se seguirá presentando de jueves a domingo hasta el 20 de diciembre en la Sala 5 de Microteatro México como parte de la temporada Por Pasión. ****

Bang.

Así como podría ser el mayor de los misterios, el amor puede llegar a convertirse en una insoportable realidad. De manera intempestiva, la dramaturgia de Bang, de Alberto González “Albatros” ubica al espectador  dentro de una habitación de hotel justo en el momento en el que ingresa lo que aparenta ser una pareja de recién casados. Lo que iniciara como una escena  de celebración termina convertido en el momento determinante de cumplir una promesa que tendrá consecuencias irreparables. La disposición escenográfica a cargo de Adrián Martínez Frausto, dotada de elementos tan sencillos e inquietantes como tallos y hojas secas, consigue que el contacto con el público se convierta en una experiencia casi orgánica, permitiendo que las pulidas actuaciones de Ricardo Leguízamo Roca en el papel de Roberto y Sonia Franco, Paula Watson y Valeria Vera, alternando en el papel de Laura demuestren un despliegue de texturas en la entonación de sus parlamentos y una conmovedora evocación gestual que resulta plenamente convincente y acertada en la encarnación de sus respectivos personajes. Contando con la sobria y bien lograda producción de Ana Bracho y Paula Sánchez Navarro, la puesta en escena de Bang  nos permite asistir a la representación escénica de una de las paradojas trascendentales que definen a toda relación amorosa que se atreve a cruzar sus propios límites al llevarlos al extremo, demostrando que no somos responsables del amor que provocamos, pero debemos de dar cuentas del amor que nos toca entregar. Bajo la madura dirección de Miguel Santa Rita, la puesta en escena de Bang se seguirá presentando de jueves a domingo, hasta el 20 de diciembre, en la Sala 3 de Microteatro México como parte de la temporada Por Pasión. *****

Ave María Purísima.

Contando con la participación de Rodrigo Koelliker como autor y director, Ave María Purísima nos cuenta la historia del padre Santiago, un sacerdote que tras la visita al confesionario de una elegante mujer que le informa de sus planes para asesinar a su esposo, tendrá que recurrir a toda su inteligencia y experiencia para evitar que se cometa el crimen, internándose en una carrera contra el tiempo y la falta de fe. La presencia de Pablo Perroni, Hector Berzunza, Elsy Reyes y Marcia Coutiño que alternan funciones en sus papeles respectivos nos permite asistir a una muestra tangible de los altos niveles de interpretación dramática que puede alcanzar el abordaje de un buen trabajo teatral que se apoya en la calidad y la experiencia, permitiendo que el ritmo, la entonación y los movimientos otorguen niveles entrañables de sentido y significado en su representación. La dramaturgia de Rodrigo Koelliker cumple cabalmente con su objetivo de sembrar interrogantes antes que respuestas. ¿A partir de qué actos se pierde la fe? ¿En verdad existe algún testigo inamovible que dirige a nuestras vidas? ¿Hasta dónde es soportable un secreto de confesión? La puesta en escena de Ave María Purísima  es un claro ejemplo de los niveles de provocación  reflexiva a los que puede llegar el buen teatro, cuestionando la premisa que pretende demostrarnos que la presencia o la ausencia de Dios podrá respirar tras de un acto, pero nunca detrás de una idea. Ave María Purísima se seguirá presentando de jueves a domingo hasta el 20 de diciembre en la Sala 6 de Microteatro México como parte de la temporada Por Pasión. ***

Hay que cruzar el puto charco

Las mejores experiencias en escena son aquellas que se nutren de verdad. Empleando de forma efectiva al valor de esta premisa es que se construye el mensaje contenido en el texto escrito por Carlos Alfonso Nava, cuyo resultado es evidente al conectar de manera directa con su auditorio. A partir de una acertada dirección, tanto en el manejo de las emociones como en el trabajo físico y en la contextualización de los diálogos, la puesta en escena concebida por Daniela Padilla para el montaje Hay que cruzar el puto charco consigue que las actuaciones a cargo de Ana Paula Corpus, Monserrat Monzón, Allan Aullet y Roberto Beck se desarrollen de manera ascendente al contar la historia Mariana, una joven ciclista que después de ser convocada para participar en la Tour de Francia pierde una pierna en un accidente y que, decidida a poner fin al dolor que la aqueja contacta con su amigo imaginario de la infancia para enfrentar a una situación definitiva. La anécdota y los personajes resultan entrañables y cumplen con el objetivo de permitir que el espectador conecte con sus propias emociones y acepte el reto de encarar a sus “charcos” personales para convertir a sus limitaciones en universos de oportunidad. Sin caer en optimismos inverosímiles ni en prácticas baratas de manipulación emocional, el montaje producido por Mariana Medina y que cuenta con la ingeniosa y acertada escenografía de Pedro Pazarán T.  resulta ser una opción imprescindible dentro de la oferta teatral que integra a esta temporada. Hay que cruzar el puto charco se seguirá presentando de jueves a domingo, hasta el 20 de diciembre, en la Sala 7 de Microteatro México como parte de la temporada Por Pasión. ****

Parte II por Santiago De Arena
FREECOM: Freelancia Comunicación.

EXPERIENCIOMETRO: 
Termómetro exponencial

***** Experiencia fantástica.
****   Experiencia única.
***     Experiencia satisfactoria. 
**       Experiencia rescatable.
*         Experiencia reciclable.



(Un sistema de medición que ayudará a establecer nuestro propio parámetro, en sinergia directa con el espectador. Es un esfuerzo también, por aportar y cuidar al artista.)

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Buscar este blog

Archivo